ADELA, el grupo de AutoDEfensa LAboral de la Asamblea Popular de Carabanchel celebra su séptimo aniversario que viene acompañado de una nueva victoria en el barrio.
En la Asamblea Popular de Carabanchel estamos de celebración porque ADELA, el grupo de AutoDEfensa LAboral cumple siete años de lucha y lo hace con una nueva víctoria en el barrio. En este caso, la de nuestro vecino y compañero Leandro, trabajador migrante que trabajaba para una empresa de paquetería que ni sabe ni quiere hacer las cosas bien. Nunca tuvo contrato; ni alta en la Seguridad Social; su jornada era de más de 40 horas semanales; no le pagaban las horas extras; su sueldo siempre estuvo muy por debajo del Salario Mínimo Interprofesional; y tampoco recibía pagas extraordinarias.
Ahora, gracias a la acción colectiva de la Asamblea Popular, a través de su grupo de autodefensa laboral, ha sido reconocida buena parte de sus reivindicaciones mediante una indemnización, alcanzada antes de tener que llegar a un juicio que hubiese sido un proceso largo y tedioso a la hora de obtener una sentencia, que solo suele beneficiar a la parte patronal.
Esta nueva victoria se suma a la alcanzada el año pasado en una situación similar, empresa dirigidas por personas que explotan a sus paisanos, en situaciones de mayor vulnerabilidad, donde gracias a la acción directa se obtienen victorias de manera más inmediata:
Y es que aunque celebramos llevar tanto tiempo activos, no queremos pecar de originales ni de haber inventado nada sino que sencillamente continuamos los planteamientos previos fruto del trabajo de muchas personas han realizado antes: el del sindicalismo de barrio, la vertiente más social de lo que conocemos como sindicalismo.
Por eso cuando hablamos de acción directa nos referimos a una actividad no mediada, eficaz, sin intermediarios, donde la persona afectada es protagonista , y responsable, de su propia lucha, sin delegar y sin exigencias ideológicas; donde a través de piquetes informativos, concentraciones y acompañamientos señalamos a los responsables, no escondemos el conflicto tras un trámite administrativo como si de un error se tratase, sino que lo hacemos público y socializamos el conflicto, haciendo que sea el patrón el que sienta vergüenza de sus actos; y con la intención de desbordar el marco jurídico del capitalismo, a través de acuerdos extrajudiciales, que nos sirve además para ilegitimar el sistema y el pacto social.
¿Qué es por tanto ADELA? Un espacio de apoyo mutuo, mestizo, que busca al otro y se une a otras luchas y colectivos, que genera sus propios materiales y recursos para continuar la lucha, que se financia a través de las aportaciones voluntarias de las propias persona afectadas, donde se asesora de forma colectiva y horizontal para aprender a perder el miedo de forma común, politizando los malestares y entendiendo que una lucha laboral no es más revolucionaria por pedir más, dinero, sino por las formas de decisión, y por esa voluntad de ruptura.
Por último, volvemos a insistir como así lo hicimos en el primer texto que nos vio nacer, no pretendemos sustituir al sindicalismo de clase ni renegamos de él, de hecho muchas de nosotras pertenecemos orgullosas a este, pero si que debe de comenzar a prestar atención a grandes masas de trabajadoras que no entran dentro de su rango de acción sectorial-asalariado (parados/as de larga duración, economía informal, migrantes, sin papeles, servicio doméstico, estudiantes, etc.) a riesgo de ser cada vez más ausentes de la vida de estos sectores de la población, y de que dejen de considerarlos una herramienta útil para la solución de sus problemas de clase.
Porque queremos reapropiarnos de nuestras vidas, y para ello debemos pensar juntas otras formas de socializar, en el trabajo, en el barrio y en nuestras redes.
Para saber todo sobre ADELA pincha aquí.
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