Este 1 de Mayo, para sentirnos más cerca, videforum

Este 1 de Mayo vamos a echar de menos las calles. Es en las calles donde de verdad peleamos, nos juntamos, nos emocionamos, nos sentimos.

Estamos deseando volver a poner nuestros cuerpos en el espacio público, reapropiarnos de todos esos lugares que tanto añoramos, volver a tocarnos, a olernos y abrazarnos.
Pero mientras tanto, la lucha sigue. La necesitamos tanto como respirar, y ahora es tan importante como siempre.
En un momento de crisis como el actual, las relaciones de explotación, el poder injusto de unas sobre otras, la manera en que el capitalismo nos hiere, nos enferma y nos mata… se están poniendo de manifiesto con toda la crudeza y toda la crueldad posibles. Y las perspectivas no son buenas. En esta “nueva normalidad” que nos están vendiendo, si no hacemos nada para impedirlo, seguirán perdiendo las de siempre.
Por eso, este 1 de Mayo queremos juntarnos a través de las redes, para reflexionar y debatir al calor de una buena película. Para seguir pensado, para celebrar y conmemorar, y sobre todo para rearmarnos.
Os convocamos, el viernes 1 de Mayo, a debatir con nosotras sobre la película “La mano invisible”.
Para sentirnos un poquito más cerca. Y para que este calor, aunque sea virtual, nos dé fuerzas para seguir en la brecha.

La película elegida este año es “La mano invisible”, adaptación de la obra homónima de Isaac Rosa. Para eso facilitaremos un enlace donde se podrá ver de forma gratuita. A las 18:30h haremos una puesta en común , también telemática, por la aplicación “jitsi” 👇🏼 donde comentar la película, intercambiar opiniones y pareceres.

http://www.meet.jit.si/cineforun1demayo

Coronavirus y ERTEs, o cómo hacer pagar esta crisis a las de siempre

El Gobierno, bajo la excusa de “proteger el empleo” y de “aligerar los costes de las empresas”, está permitiendo que grandes multinacionales con ingresos millonarios se aprovechen de la coyuntura.

“Con el objetivo de aligerar los costes en los que incurren las empresas, en los casos de fuerza mayor regulados en este Real Decreto-ley, se exonera a las empresas del pago del 75% de la aportación empresarial a la Seguridad Social alcanzando dicha exoneración el 100% de la cuota cuando se trate de empresas de menos de 50 trabajadores, siempre que éstas se comprometan a mantener el empleo».

Así rezaba el decreto aprobado por el Gobierno el 17 de marzo, donde previamente anunciaba que la pandemia del coronavirus podría ser considerado por las empresas como una situación de fuerza mayor para iniciar un ERTE.

Este balón de oxígeno empresarial consiste en exonerar al empleador de pagar las cotizaciones sociales de su empleado afectado por el ERTE, al contrario de lo que estaba establecido en la legislación anterior. Desde entonces, esta medida ha tenido bastante éxito entre las empresas, que según los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se han tramitado ya unos 200.000 ERTE que afectan a más de 1´5 millones de trabajadoras.

El Gobierno, bajo la excusa de “proteger el empleo” y de “aligerar los costes de las empresas”, está permitiendo que grandes multinacionales con ingresos millonarios se aprovechen de la coyuntura para transferir al Estado las pérdidas provocadas por el coronavirus. Los criterios establecidos para beneficiarse de los ERTE no diferencian entre el tamaño de las empresas o en los beneficios anuales de las mismas. Para el Gobierno, es lo mismo Inditex que una PYME de cinco trabajadores.

«Para ser justos, ese “arrimar el hombro todos juntos” que tanto repite el Gobierno debería ser proporcional a la situación financiera de cada uno«

El presupuesto público no debería utilizarse para sufragar a las empresas con grandes beneficios, y mucho menos a las que practiquen evasión fiscal o externalicen su producción en países donde la mano de obra es más barata. Para ser justos, ese “arrimar el hombro todos juntos” que tanto repite el Gobierno debería ser proporcional a la situación financiera de cada uno. Igual que están exigiendo unos estrictos requisitos para exonerar del pago de la hipoteca mientras dure la pandemia a aquellas personas que no puedan pagarlo, ¿por qué no se exigen estos requisitos a las empresas “vulnerables” que quieran presentar un ERTE?

Una posible respuesta a esta pregunta es porque es muy difícil diferenciar los intereses del Gobierno  del de las grandes empresas. La presencia de un Gobierno “democrático” sirve al capital para legitimar su acumulación de riqueza, que tanta desigualdad y pobreza genera. Estas medidas no hacen otra cosa que dejar en evidencia que quiénes estamos pagando toda esta crisis somos la clase trabajadora, y que los ricos se irán de rositas. 

Lo mismo está pasando en otros sectores, como en el de los alquileres, donde el Gobierno propone que las familias se endeuden antes que dejar a los propietarios sin cobrar la renta (https://www.elblogsalmon.com/economia-domestica/alquileres-coronavirus-asi-medidas-gobierno-para-aliviar-a-inquilinos); o en el de la salud, donde el Estado no ha tocado ni un pelo a la sanidad privada (https://www.elsaltodiario.com/sanidad-privada/negocio-principales-empresas-sanidad-privada-coronavirus-beneficios-covid).

Son muchas y no vamos a mencionar a todas las empresas por cuestiones de espacio, pero entre las más caraduras que se han acogido a un ERTE para socializar sus pérdidas podríamos destacar a las siguientes (https://www.lavanguardia.com/economia/20200324/4883188753/lista-empresas-erte-crisis-coronavirus.html)

  • Renault: Con 2.900 millones registrados de beneficios, plantea un ERTE que afectará a sus 11.649 empleados, de un total de 14.000 que tiene en España.
  • Ikea: Ha presentado ERTE que afecta al 83 % de su plantilla en España, que está compuesta por casi 8.000 trabajadores. Los beneficios en el 2019 fueron de 1.817 millones.
  • Iberia+Vueling(IAG): El ajuste de empleo afectará a un máximo de 13.900 empleados entre las distintas divisiones de la empresa, lo que equivale al 90% de la plantilla. La empresa facturó 1.715 millones el año pasado.
  • HyM: La cadena textil sueca H&M ha presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para sus cerca de 6.000 empleados en España. El año pasado arrojó un beneficio de 1.639 millones. 
  • Ryanair: Prepara un ERTE que afectaría a 1.500 trabajadores de la compañía en España ante el impacto de la crisis del coronavirus, según ha avanzado el sindicato USO, que informa de que el ERTE se aplicará hasta final de abril y supondrá una reducción del 50% de la jornada y horas de vuelos para toda la plantilla. La mayor parte de su flota permanecerá en tierra durante un periodo de siete a diez días. La low cost irlandesa ha reportado una ganancia de 885     millones de euros netos en 2019.
  • Indra: Ver más abajo.
  • El Corte Ingles: Un total de 25.900 trabajadores se irán al paro después de que la firma presidida por Marta Álvarez presentara tres ERTEs (El Corte Inglés, Sfera y la sección de viajes). El Grupo El Corte Inglés ha alcanzado una cifra de negocios de 76 millones.
  • FNAC: Ha decidido aplicar un ERTE para 1.627 empleados. Cerró el año 2018 con una mejora del beneficio del 12%, alcanzando los 5,4 millones de euros, que destinó a su matriz por la vía del dividendo. Así lo reflejan las cuentas de Grandes Almacenes Fnac SA, sociedad con la que opera en España.
  • Decathlon: Presenta un ERTE para 8.886 trabajadores, el 92% de la plantilla. En 2018 su beneficio fue de 97 millones de euros.

A pesar de las intenciones de estas empresas, en algunas ocasiones se han topado con sindicatos combativos que cuestionan este proceder empresarial. Por ejemplo, en el caso de Indra, aseguran que “una medida tan extraordinaria como un ERTE debe servir para preservar la viabilidad de la compañía, no para prevenir posibles caídas en la facturación”. Además, proponen una serie de medidas alternativas al ERTE, como: “una reducción del salario del Consejo de Dirección; el aplazamiento del dividendo para 2020; la renegociación del pago de los alquileres de los edificios; o la eliminación de variables para salarios superiores a los 60.000 euros anuales” (https://uso-madrid.es/informacion/). El 3 de abril Indra anunciaba que retiraba el ERTE y que renegociará con los sindicatos. (https://elpais.com/economia/2020-04-03/indra-retira-el-erte-y-negociara-con-los-sindicatos.html)

Para concluir, queremos denunciar también cómo muchas de estas grandes empresas, al mismo tiempo que inician ERTEs, evaden impuestos o externalizan su producción, anuncian a bombo y platillo donaciones de materiales para luchar contra el coronavirus. Esta práctica caritativa, que no es más que un ejercicio de marketing, no es realmente solidaria ya que tiene el interés de promocionar la imagen de la empresa y donar las migajas que les sobran.

Por ejemplo, el Corte Inglés donó la ropa de cama necesaria en el hospital de Ifema e Ikea regaló 2.500 juegos de sábanas para las residencias de ancianos.

Iberia ha donado 6.000 edredones al hospital de Ifema y 5.500 batas sanitarias al Gregorio Marañón. McDonald’s España ha repartido en la última semana 17,2 toneladas de alimentos a la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal). Telefonica, Inditex, Iberdrola o Banco de Santander aportarán por cabeza 23 millones de euros para la compra de material sanitario.

Otras fuentes:

    Burguer King: www.elconfidencial.com/amp/empresas/2020-03-20/burger-king-erte-empleados-coronavirus_2510187/ 

    –https://www.expansion.com/empresas/distribucion/2019/01/26/5c4c8a95e5fdea4a298b4647.html

    FNAC: www.lavanguardia.com/economia/20200324/4882277133/fnac-erte-coronavirus.html%3ffacet=amp

    –https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/09/24/companias/1569350887_542672.html

    Ryanair: https://www.elperiodico.com/es/economia/20200316/ryanair-anuncia-ere-temporal-empleados-espana-7891766

    –https://www.hosteltur.com/128836_los-beneficios-de-ryanair-caen-un-389-por-la-guerra-de-precios.html

    Decathlon: https://www.lavanguardia.com/economia/20200324/4881618007/erte-decathlon-espana.html

    –https://www.revistainforetail.com/noticiadet/resultados-a-la-baja-para-decathlon/84e4c148058ca5c700fca8480b0063af

    El Corte Inglés: https://www.expansion.com/empresas/distribucion/2020/03/25/5e7b7e7d468aeb633b8b45dd.html

    –https://www.elcorteingles.es/informacioncorporativa/es/comunicacion/notas-de-prensa/el-grupo-el-corte-ingles-aumenta-el-beneficio-neto-un-28-y-situa-el-ebitda-en-1075-millones.html

    –https://www.lavanguardia.com/vida/20200324/4880843575/el-corte-ingles-ikea-ropa-de-cama-crisis-coronavirus-madrid.html

Revisa tu nómina este mes: aclaraciones sobre el permiso retribuido recuperable (vídeo)

Aunque ya hace unos días que esta medida ha sido levantada creemos que es importante intentar explicar su alcance.

Miles de trabajadoras y trabajadores por cuenta ajena que no prestábamos servicios esenciales hemos estado desde el 30 de marzo en situación de permiso retribuido recuperable con el fin de reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19.

En estos dos videos -al final de esta nota- analizamos el Real Decreto-ley 10/2020, de 29 de marzo, por el que se regula un permiso retribuido recuperable para las personas trabajadoras por cuenta ajena que no presten servicios esenciales.

Hay que aclarar que lo han denominado “permiso retribuido recuperable de carácter obligatorio” pero en realidad es una distribución irregular de la jornada, pero esta vez quien la distribuye es el gobierno y no la empresa.

Revisa tu nómina y ten en cuenta que durante el permiso tienes derecho a seguir cobrando lo mismo, salvo los complementos no salariales (plus de transporte, por ejemplo). Recuerda que los cheques de comida que se cobran siempre, aunque no viajes, son salario, aunque te digan que no.

«Otra crisis de la que las grandes empresas con beneficios estratosféricos se van de rositas«

No cuenta como vacaciones porque tienes que recuperar las horas. Se pueden empezar a recuperar desde que acabe el estado de alarma hasta el 31/12/2020 inclusive. La forma de recuperarlas se debe negociar obligatoriamente durante un máximo de 7 días con las representantes de las trabajadoras. No se pueden recuperar las horas reduciendo días de vacaciones, ni horas de descanso diario, ni días de descanso semanal, ni superando la jornada máxima anual, ni con un preaviso inferior a 5 días.

Lo que está claro que todas las medidas que este gobierno está implementando están recayendo sobre los hombros de las trabajadoras, como siempre, sea porque el estado asume las aportaciones a la Seguridad Social, sea porque tenemos que recuperar las horas que no trabajemos con este permiso. Otra crisis de la que las grandes empresas con beneficios estratosféricos se van de rositas. Se ve que la bajada de beneficios, que no pérdidas, hay que sociabilizarlas, pero los beneficios no.

A dos metros de distancia clase obrera

¡Trabajadoras del mundo, trabajadores del mundo separaos a dos metros! Nos hacen mantener las distancias pero no entre el virus y nuestros cuerpos, sino entre compañeras y compañeros.

Y así, cada mensaje que parece ser un modo de contener la pandemia es también un método para romper la unión de la clase obrera. 

Porque vivimos en la época del miedo. Miedo al contagio, miedo al abrazo, a la policía del balcón, a la policía de traje de siempre, a no poder despedirnos de nuestros seres queridos, a las carreras y juegos de las niñas y niños, a tocarnos la cara y los ojos, a toser o estornudar, o peor aún a que lo hagan quienes viajan en el transporte público que tenemos que coger para ir a currar. Miedo a perder el empleo, miedo a conservarlo y tener que volver al centro de trabajo. Y esos dos metros que nos separan parecen no ser suficientes para dejar de sentir el temor. 

Dicen que nos separemos a dos metros de distancia pero lo que no dicen es que de quien hay que separarse es del empresario temerario que explota y de los gobiernos que nos obligan a poner el cuerpo para que la economía capitalista siga funcionando. 

Recientemente nos han hecho volver a los centros de trabajo de las actividades no esenciales. Y nos parece absurdo, imprudente, temerario, asesino. Nos arrojan el mandato de rendir y tener productividad en medio de una pandemia global, y esto no hay cuerpo ni mente que lo aguante. Nos hablan de dos metros de distancia pero lo que parece es que nos quieren a dos metros bajo tierra.
Nos comentan que no nos preocupemos, que se hará reparto de mascarillas en el transporte público, en el que por cierto es difícil mantener esa distancia social.

Pero lo que no nos aseguran es que estarán vigilando que cada empresa cumpla con la normativa de prevención de riesgos laborales y pongan en marcha todos los medios necesarios para el cuidado de su plantilla. Tampoco que se vaya a proteger a quienes protesten o se nieguen a trabajar por reclamar esos medios necesarios para salvaguardar nuestras vidas. No nos lo dicen porque no lo harán. Y el coste de vidas humanas, consecuencia de estas decisiones, no os lo vamos a perdonar ni olvidar nunca.

«Dicen que nos separemos a dos metros de distancia pero lo que no dicen es que de quien hay que separarse es del empresario temerario que explota«

Recordamos que hay un Plan de Choque Social al que nos sumamos como Asamblea Popular de Carabanchel, donde se recogen medidas que ponen el valor de la vida por delante del valor del capital, y otras medidas dirigidas a que esta crisis la paguen los ricos (porque dinero sí que hay), y no los de siempre. Y pedimos que sean escuchadas y puestas en marcha. Porque lo que vemos son directrices que ponen de relevancia que no les importamos y que lo primero son los intereses económicos. 

Vivimos en la época del miedo, pero deberíamos estar construyendo la época de la rebeldía. Y eso no hay dos metros que lo impidan. Porque esta situación, como en otras crisis, pone de relevancia que la unión entre trabajadoras y trabajadores y la autodefensa laboral, es imprescindible para la protección de nuestros derechos y nuestra existencia. Porque solo el pueblo salva al pueblo. 
Por eso,¡trabajadoras del mundo, trabajadores del mundo! ¡Uníos y luchad! 

#TrabajoVirus

#CurroVirus19

#CuentaConmigoVecina, una respuesta comunitaria a la violencia machista

Como vecinas y vecinos tenemos la responsabilidad de actuar en nuestro portal, en nuestro barrio para que ninguna mujer se quede sola frente a la violencia machista.

Durante estos días de estado de alarma provocado por la pandemia del COVID19, nos vemos en la obligación de pasar más tiempo en casa. Esta situación lejos de ser idílica, puede convertirse en una pesadilla para las mujeres que sufren violencia de género y que conviven con su agresor. 

Durante el confinamiento se ha producido un aumento de las llamadas al 016 en un 18%. Lo cual muestra como la violencia machista se está acentuando durante estos días. Es por ello, que desde la Asamblea Popular de Carabanchel nos sumamos a la iniciativa puesta en marcha por Feminicidio.net para que estemos alertas en nuestros vecindarios y actuemos si detectamos alguna situación de peligro y agresión para estas mujeres. 

Como vecinas y vecinos tenemos la responsabilidad de actuar en nuestro portal, en nuestro barrio para que ninguna mujer se quede sola frente a este problema, que requiere de una respuesta comunitaria. 

Aquí más información sobre el protocolo de actuación:

Nuestra actuación puede salvar vidas. Llama al 016 si detectas alguna situación de violencia de género en tu vecindario.

Por otro lado, si eres una mujer víctima de violencia de género, y quieres pedir apoyo a nuestra asamblea, no dudes en escribirnos a asambleadecarabanchel@gmail.com, donde de forma confidencial trataremos de actuar para ayudarte. 

Lo primero la salud y la vida, y desde luego antes que el dinero (vídeo)

La Inspección de trabajo debería posicionarse claramente del lado de vida y la salud.

En los últimos días, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha emitido un informe según el cual el riesgo de contagio por coronavirus en la mayoría de empresas no es laboral, sino que forma parte de una emergencia sanitaria de salud pública mucho mayor. Dicho riesgo sólo será laboral en actividades específicas, como actividades sanitarias o laboratorios (actividades que entran bajo la protección del RD 664/97 de protección frente a riesgos biológicos).

En base a ello, considera que la Inspección no debe paralizar la actividad en centros de trabajo que realicen actividades no contempladas en el RD 664/97 en los que no se cumplan las medidas preventivas (es una de las facultades que le corresponde, diferente de la capacidad de las trabajadoras de paralizar según el artículo 21 de la Ley de Prevención de Riesgos), sino que lo que debe hacer es solicitar a la empresa que éstas se cumplen, y si no es así, avisar a las autoridades sanitarias (que sí podrían paralizar la actividad).

Además, considera que en casos en que las representantes de las trabajadoras o delegadas de prevención acuerden esa paralización, la Inspección no puede emitir un pronunciamiento explícito sobre si estamos en un verdadero caso de riesgo grave e inminente. Es decir, si se paraliza la actividad laboral por considerar que existe este tipo de riesgo y se pide informe a la Inspección de Trabajo, ésta se limitará a constatar la situación existente en un informe sin emitir resolución al respecto.

Este documento de la Inspección de Trabajo no deja sin vigencia el artículo 21 de la LPRL, pero puede hacer más difícil la prueba de que nos encontramos ante un riesgo grave e inminente para nuestra salud.

Nos parece muy preocupante este informe de la Inspección. En un momento en que la salud y la vida de las trabajadoras se encuentra más en riesgo que nunca, decide «lavarse las manos» en lugar de actuar con la contundencia necesaria frente a empresas que ponen su lucro por encima de la vida de las personas. Esto resulta sorprendente en un momento en que incluso se ha creado una unidad específica para tratar cuestiones relacionadas con la emergencia sanitaria.

El terrorismo patronal nos enferma, nos hiere y nos mata cada día. Esto no es nuevo. Y en la situación terrible en que estamos, se manifiesta con especial crudeza. Empresas que no ponen las medidas necesarias para proteger a sus trabajadoras, que son capaces de poner en riesgo nuestras vidas y las de nuestra gente sólo por seguir amasando beneficios, que nos mienten, amenazan y desprecian nuestras vidas.

Frente a ello, la Inspección de trabajo debería posicionarse claramente del lado de vida y la salud. Por todo esto, lamentamos profundamente el criterio emitido, que en momentos tan difíciles viene a complicarnos aún más la existencia.

Reclamamos medidas para que sean las mayores riquezas de este país quienes asuman las consecuencias de esta crisis

Posicionamiento de la Asamblea Popular de Carabanchel ante las medidas laborales adoptadas por el gobierno frente al COVID2019

La palabra crisis la llevamos atravesada en el cuerpo, es nuestra mancha de nacimiento. Para nuestros oídos suena siempre igual de aterradora. Y no es nueva, es recurrente. Aunque cada vez le pongan un adjetivo distinto o mencionen que se produce por una burbuja inmobiliaria o por un virus, sabemos que sus consecuencias no serán buenas. Porque estamos hablando desde la vivencia y posición de la clase trabajadora a la que pertenecemos. Aquella que hace posible el sostenimiento de la vida y que carga a sus espaldas la tiranía de las altas clases sociales, que se muestra en las medidas políticas y en las decisiones empresariales, fundamentalmente.

Dicen que las crisis son cíclicas pero la clase trabajadora vive en una crisis constante. Subsiste en un contexto que nunca le favorece porque no lo ha construido ni dictado ella misma, y sobrevive del apoyo mutuo.

Y en esta “nueva” crisis, nuestra resistencia estará anclada en los mismos valores que llevamos defendiendo desde siempre: la solidaridad y conciencia de clase, la defensa de nuestros derechos, el apoyo mutuo (como decíamos), el feminismo y la movilización popular. Porque solo el pueblo salva al pueblo.

Desde que irrumpió el coronavirus en nuestras vidas, dicen que para cambiarlas para siempre, no hemos dejado de observar y sufrir que todas las medidas que se están tomando para frenar la pandemia, afectan a la misma clase, la clase obrera. Para quienes les cueste poner cara a esta clase social, es posiblemente con la que te juntas cada día: tu vecina, tus compas de curro, quien te vende el pan, quien te atiende en el centro de salud, quien conduce el transporte público que usas, quien limpia hogares que no son suyos, quien cuida de personas que no son sus familiares… en definitiva quien depende del salario para vivir porque no puede hacerlo de las rentas que no tiene. Vamos, que posiblemente eres tú y lo mismo no te has dado cuenta.

Si viviésemos en un sistema que de verdad pusiese la vida y los cuidados en el centro, cada vez que se produjese una crisis, no nos temblaría el cuerpo. Porque sabríamos que nuestros derechos y nuestra existencia no peligraría. Todo eso estaría protegido. Porque por mucho que los medios de comunicación y el Gobierno utilice un lenguaje bélico como si estuviéramos en guerra, a lo que nos estamos enfrentando es a una crisis de cuidados. Los tanques y los misiles no vendrán a salvarnos, tampoco lo deseamos, sino las trabajadoras que cada día ponen el cuerpo para sacar adelante los servicios y abastecimientos que son necesarios para el sostenimiento de la vida. Así lo evidencia la paradójica situación actual, donde los trabajos esenciales para sobrevivir en este confinamiento (cajeras de supermercado, sanitarias o cuidadoras, por ejemplo) son en su mayor parte trabajos precarios y poco valorados socialmente.

«Por mucho que los medios de comunicación y el Gobierno utilicen un lenguaje bélico como si estuviéramos en guerra, a lo que nos estamos enfrentando es a una crisis de cuidados«

La realidad es que tenemos unas reformas laborales que generan precariedad y dificultades para mantener nuestros empleos; una sanidad cada vez más privatizada que limita nuestro derecho a la salud; un frágil acceso a la vivienda que depende de lo que puedas pagar, no de lo que mereces como ser humano; un sistema financiero que ejecuta desahucios y que pide rescates; y unas empresas que vienen a generar beneficios sin ningún tipo de compromiso social ni ambiental.

Un ejemplo es lo que está sucediendo estos días con grandes empresas como Renault, Ikea o Ryanair. Se han acogido a la nueva modalidad de ERTE creada por el Gobierno con ocasión de la pandemia, que permite a las empresas exonerar al empleador de pagar las cotizaciones sociales de su empleado afectado por el ERTE, al contrario de lo que estaba establecido en la legislación anterior. De esta forma, el Gobierno está permitiendo que grandes multinacionales con ingresos millonarios transfieran al Estado las pérdidas provocadas por el coronavirus.

Parecido está pasando en otros sectores, como en el de los alquileres, donde el Gobierno propone que las familias se endeuden ante el Estado antes que dejar a los propietarios sin cobrar la renta; o en el de la salud, donde el Estado no ha tocado ni un pelo a la sanidad privada. Además, el exigente disciplinamiento que nos exige a la ciudadanía para confinarnos no es el mismo que se exige al capital. Lo hemos visto cuando el Gobierno no suspendió las actividades económicas no esenciales hasta dos semanas después de declarar el Estado de alarma; o con las escasas visitas de la Inspección de Trabajo a las empresas para prevenir y proteger la salud de las trabajadoras y trabajadores ante esta pandemia.

Y esto es justo lo que ahora reclamamos desde la Asamblea Popular de Carabanchel. Que las consecuencias de esta crisis no sean para la clase trabajadora y que las empresas, sobre todo aquellas que generan mayores beneficios, arrimen el hombro ante esta situación.

Además de sumarnos a todas las medidas que reclama el Plan de Choque Social, exigimos que el Gobierno adopte decisiones que impliquen que las mayores riquezas de este país aporten al bien común, al fortalecimiento de nuestros servicios públicos y al mantenimiento del empleo y del bienestar de toda la sociedad. Y que para ello, se cree un nuevo impuesto en el que los grupos empresariales, independientemente de cuanto lloren por lo que les está afectando esta situación, aporten su capital teniendo en cuenta sus beneficios. Con lo recaudado a través de este impuesto podrían hacerse cargo de lo siguiente:

  • El pago del 75% de la prestación por desempleo de las trabajadoras y trabajadores afectados por ERTEs motivados por el COVID-19. Actualmente, estamos viendo como empresas tales como Inditex, Burger King, etc, que se encuentran entre los grupos empresariales más ricos de este país, realizan ERTEs que asume el Estado, es decir toda la sociedad pero fundamentalmente la clase trabajadora, sin que tengan que aportar nada de su bolsillo. Y esto nos indigna aún más, cuando sus anuncios de ERTEs van acompañados de otras acciones “altruistas y solidarias” como la donación de mascarillas o sábanas para hospitales. No queremos caridad. Queremos recibir lo que nos corresponde de su plusvalía o beneficios, que sin la clase trabajadora no generarían.
  • La prestación por desempleo a las trabajadoras y trabajadores ante todo tipo de despido que se produzca mientras dure la pandemia. Porque es mentira aquello de que han prohibido despedir, sencillamente el Gobierno con sus medidas antisociales, ha hecho que sea menos barato.
  • El permiso retribuido obligatorio no recuperable, de tal modo que no obliguen posteriormente a recuperar esas horas a las personas que forman parte de su plantilla.
  • Asuman el coste de los gastos derivados del teletrabajo: los suministros de agua, luz, teléfono e Internet. Así como todos aquellos que se produzcan para adaptar los puestos de trabajo en materia de prevención de riesgos laborales.
  • Sanciones impuestas a las empresas que no cumplan con las medidas establecidas para la prevención y seguridad de infección frente al COVID-19 en sus instalaciones, de tal modo que si una empresa no cumple, la multa la tendrán que pagar todas las empresas y no sólo la infractora.

Para acabar queremos recordar que hoy y siempre, es necesario que el trabajo no nos cueste la salud, ni la vida. Ni las nuestras ni las de las personas que tenemos cerca.

Ahora más que nunca ¡Salud y apoyo mutuo!

Asamblea Popular de Carabanchel.