¡Que los barrios populares y trabajador@s, sean espacios LGTB seguros!

Ante los últimos acontecimientos respecto a la ley Trans y el discurso LGBTfobo de la extrema derecha, desde la Asamblea Popular de Carabanchel mostramos nuestro apoyo a todas las personas LGBT, no solo del distrito, sino de toda la región, y nuestra intención de denunciar la LGBTfobia y hacer de nuestros barrios un espacio seguro para ellas.

En los últimos meses, y en especial en el último año, se han vivido auténticos momentos de odio y discriminación hacia cualquier persona LGBT (y en especial hacia las personas trans) que guardan, además, una cierta protección institucional al permitirse discursos de odio por parte de la extrema derecha en las instituciones, no solo de Madrid, sino de todo el territorio estatal.

Hemos tenido que observar un auténtico espectáculo con la llamada «Ley Trans», la cual garantiza varios derechos del colectivo trans y una agilidad burocrática en el cambio legal, espectáculo que solo ha conseguido que se atrasara cada vez más y más una ley que es necesaria para el colectivo. Esta ley, además, ha sido atacada por grupos que dicen ser feministas y por personalidades de dicho movimiento, las cuales gozan de impunidad en la televisión para mostrar sus discursos de odio.

Se ha vuelto a poner sobre la mesa debates que, si no estaban muertos, al menos estaban olvidados por la sociedad, como la del matrimonio igualitario; la adopción homoparental y el reconocimiento de la maternidad para las madres no gestantes; se ha llegado a negar la existencia de las agresiones LGBTfobas e, incluso, se quiere instaurar el llamado «pin parental» con el cual algunos padres podrían boicotear charlas LGBT y de sexualidad en los colegios e institutos, desamparando a ese alumnado que necesita escuchar que no está solo y prohibiendo que nuestros hijos e hijas se informen sobre el sexo seguro y las relaciones sexuales.

Se habla mucho de la diferencia que hay entre ser LGBT en el mundo rural y el urbano. Sin embargo, hablamos muy poco de la diferencia que hay entre serlo en los barrios obreros y en el centro de la ciudad. Chueca es el «barrio gay» por excelencia, y ha sido vendido como el único lugar LGBT seguro de Madrid. No es casualidad que muchos opten por mudarse lo más cerca posible.

Pero, igualmente, los propios vecinos y vecinas de Carabanchel podemos hacer mucho para que nuestros barrios sean espacios seguros: no nos callemos cuando veamos que alguien insulta a una persona por su orientación o identidad sexual, reaccionemos ante la LGBTfobia en todo momento y defendamos que en nuestras escuelas públicas se eduque a nuestros hijos e hijas en la diversidad sexual. En nuestra mano está dar el primer paso.

Desde la Asamblea Popular de Carabanchel reclamamos que los barrios obreros sean también lugares seguros para el colectivo. Siendo los distritos más poblados todos obreros, es lógico pensar que albergan mayor población LGBT. Reivindicamos, por tanto, que se acabe con la LGBTfobia y la invisibilización de la diversidad sexual en nuestros barrios. ¡Que los barrios populares y trabajador@s sean espacios LGBT seguros!

Los barrios se mueven en defensa de los centros de salud y de la sanidad pública

Ante la difusión de los “planes de contingencia” de la administración madrileña de cara al verano, que incluyen el cierre de la mayoría de los centros de salud de la Comunidad de Madrid, crece la indignación. En las últimas semanas, han tenido lugar más de medio centenar de nutridas protestas ante diferentes ambulatorios.

Nuestros peores temores se están confirmando. Si ya a medida que se acerca el verano los y las vecinas temíamos que el centro de salud de Abrantes se quedara sin médicos y médicas de familia -ya ocurrió el pasado mes de septiembre-, la difusión, estos días, de los planes de la administración autonómica de cara al verano indican que se van a cerrar la mayoría de los centros de salud de Madrid.

A finales de mayo varios varios medios de comunicación hicieron públicos los “planes de contingencia” con los que trabaja la Dirección Asistencial Centro, una de las seis en las que se divide el área sanitaria de la Comunidad de Madrid y de la que dependen 49 centros de salud. Según dichos planes, la administración plantea una reestructuración por fases en la que el último escalón supone el cierre de 41 de esos centros.

Los ocho ambulatorios del Área Centro que quedarían abiertos concentrarían la atención -esencialmente telefónica- de toda la población -1.293.973 personas- de los distritos de Latina, Carabanchel, Usera, Villaverde, Chamberí, Barrio de Salamanca, Chamartín y Ciudad Lineal.

Siempre según estos planes, durante el periodo vacacional y ante la dificultad por falta de plantilla de garantizar un número mínimo de profesionales sanitarios en los ambulatorios, en el distrito de Carabanchel, se cerrarían todos los centros de atención primaria del barrio salvo tres -el de Fátima, el de General Ricardos y el de Aguacate- que se convertirían en “centros de referencia” para atender esencialmente por teléfono, al conjunto de la población. Baste recordar que el distrito de Carabanchel, con una población de más de 260.000 habitantes es el más poblado de la capital. Los plantes tampoco concretan durante cuanto tiempo se aplicarían estas medidas de “contingencia”.

La difusión de estos ‘planes de contingencia’ levantó inmediatamente una hola de rechazo en los barrios afectados por los recortes. Las protestas ante numerosos centros de salud se multiplicaron.

Por su parte, el consejero de Sanidad en funciones de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, intentó salir al paso de la oleada de protestas -más de medio centenar de concentraciones o manifestaciones en un par de semanas, y las protestas siguen multiplicándose- y aseguró que no se cerrará ningún centro de salud este verano en la región, aunque “se adaptarán a la actividad asistencial”. Pero esta “adaptación” inevitablemente va a significar recortes de horarios, servicios y de forma generalizada el vaciamiento, en la práctica, de la mayoría de los ambulatorios ya que la administración del PP no está haciendo nada significativo para cubrir las bajas y las vacaciones de un personal del servicio de salud ya agotado por meses de sobreesfuerzo. La situación de abandono y desinversión en Atención Primaria, la precariedad laboral del personal, ha hecho que de 224 médic@s de familia que han acabado este año sus 10 años de formación, solo se queden 17 a trabajar en centros de salud madrileños. Y de 76 pediatras que acaban de terminar su ciclo formativo, solamente 5 se quedarán en el SERMAS.

Como prevén los ‘planes de contingencia’ si no hay profesionales para poder atender, los centros irán reduciendo su actividad. Quizás, y para evitarse las críticas, no los ‘cierren’ del todo y estos mantengan sus puertas abiertas; habrá algún administrativo o incluso alguna enfermera -para que se vean batas blancas-, pero no habrá profesionales sanitarios y por lo tanto no habrá atención sanitaria. La idea es mantener decorados abiertos, pero, a efectos prácticos, no se atenderán a los y las vecinas en su derecho a la salud.

Y sabemos por experiencia que la administración del PP no le va a temblar la mano a la hora de cerrar/vaciar centros de salud. El pasado septiembre en la puerta del Centro de Salud (CS) Abrantes apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Pero el centro seguía ‘abierto’. Y desde entonces, salvo un breve parón durante la Navidad cada jueves cientos de vecinos y vecinas de este barrio de Carabanchel se han movilizado ante su centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara y en defensa de una sanidad pública. Y aunque el CS Abrantes ha recuperado algunos facultativos y facultativas -su número varía cada día- , sigue en una situación muy difícil. De los 16 médic@s que tenía en febrero de 2020, al inicio de la pandemia, este centro de salud que atiende un área con una población de cerca de 30.000 personas se ha quedado con menos de una quinta parte de sus profesionales médic@s.

La consecuencia de la falta de personal son las colas, colas llenas de gente que tiene que estar largo tiempo esperando al sol para poder ser atendida. Las colas, por desgracia, no son solo exclusivas de Abrantes. En todos los distritos del sur, en todos los distritos populares se siguen formando estas colas de la indignidad ante los centros de salud.

Por eso, desde hace ya diez meses cientos de vecinos y vecinas nos manifestamos con constancia y dignidad cada jueves. Por eso seguiremos con las protestas semanales en defensa de este centro de salud.

Organizamos estas protestas porque consideramos que el pueblo es el único que puede salvar al pueblo, y estaremos allí los días que hagan falta, haga sol, lluvia o viento, para defender que cada persona de las 30.000 que viven en Abrantes y las millones que viven en distintos barrios y ciudades de la Comunidad de Madrid tengan la atención sanitaria que merecen.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad.

Vecino, vecina, sal, es por tu dignidad.

ADELA se enfrenta a un restaurante que explota y discrimina a sus trabajadores

Miguel Ángel, Frank y Marco son los tres trabajadores que se encuentran en plena lucha contra el restaurante, que les mantuvo sin contrato de trabajo y alta en la Seguridad Social, y en el que han sufrido discriminación por su procedencia y orientación sexual. Se trata de la segunda ocasión en la que ADELA, el grupo de Autodefensa Laboral de la Asamblea Popular de Carabanchel, se enfrenta a este restaurante por graves vulneraciones de derechos.

Miguel Ángel, Frank y Marco son compañeros del grupo de Autodefensa Laboral de la Asamblea Popular de Carabanchel, ADELA. Eran trabajadores de un restaurante, pero al principio no tuvieron contrato de trabajo o el que les hicieron no era el correcto, ni estuvieron dados de alta en la Seguridad Social. Tampoco cobraron las horas extraordinarias que les obligaban a realizar. Y sufrían continúas situaciones de discriminación e intimidación por su procedencia, son migrantes, y su orientación sexual.

El restaurante ha jugado con su miedo y su salud y ha vulnerado gravemente muchos de los derechos laborales que existen, aprovechándose de la situación administrativa de los tres compañeros. Ante estas agresiones de la empresa, ADELA no juega, ADELA va muy en serio y ha dado respuesta de forma colectiva a estos abusos patronales. Primero a través de la vía judicial pero también con la denuncia pública.

Tras recibir la denuncia pertinente y comenzar con la campaña en redes sociales, la empresa ha realizado llamadas a los compañeros, tratando de intimidarles y de disuadirles para que no siguiesen adelante, utilizando falsos argumentos, tales como el restaurante va a cerrar si tienen que pagar lo que deben, y atacando con descalificativos al grupo de Autodefensa Laboral. Estas conversaciones han sido grabadas, algo que ADELA siempre recomienda hacer en caso de conflictos, y serán utilizadas para la protección y defensa de los derechos laborales de estos trabajadores.

Además, el abogado del restaurante ha contactado con ADELA para “contrastar la información que hemos denunciado y conversar sobre este asunto”, lo cual puede revelar que la empresa quiere llegar a un acuerdo. No obstante, la campaña de denuncia sigue adelante, así como la convocatoria de un nuevo piquete informativo que tendrá lugar el próximo miércoles 16 de junio.

Desde ADELA se persigue que este restaurante pague lo que debe a los tres compañeros, pero también hacer visible el daño moral y físico que el restaurante ha causado a Miguel Ángel, Frank y Marco.

La venganza se sirve en plato frío

En ADELA son fans de las justas venganzas. Aquellas que se fraguan de forma colectiva para reparar el daño que causan las empresas a la clase trabajadora. Tienen la convicción de que ninguna agresión debe quedar sin respuesta. Y en este caso y nunca mejor dicho, la venganza se sirve en plato frío. Una venganza cocinada por ADELA que en el restaurante se van a comer.

¿Quieres vengarte junto a ADELA? Este es el menú bien frío en el que puedes colaborar y estas son las acciones que puedes cocinar para darle al restaurante:

  • Reserva en su restaurante pero luego no vayas.
  • Deja malas valoraciones en sus cuentas en redes sociales y portales digitales.
  • Escribe un correo electrónico pidiendo que paguen a nuestros compañeros.
  • También, puedes decírselo por teléfono.
  • Y por supuesto, dale a la imaginación: hay muchas posibles acciones de presión

El restaurante reincide en la vulneración de derechos laborales

No es la primera vez que ADELA se enfrenta a este restaurante pero ojalá sea la última. La primera ocasión fue otro compañero del grupo que trabajaba para este mismo restaurante sin contrato, sin estar dado de alta en la Seguridad Social, y donde sufrió un accidente que le produjo quemaduras en ambos brazos con un producto químico de limpieza.

Tras varios meses de lucha, en los que ADELA y Jesús iniciaron un proceso judicial, realizó denuncia pública y convocó un piquete informativo al que acudieron decenas de personas; la empresa cedió a su presión, y comenzaron unas negociaciones, que dieron lugar a un acuerdo favorable para Jesús.

Sobre ADELA

ADELA es el grupo de la Asamblea Popular de Carabanchel que hace realidad la autodefensa laboral, actuando como sindicato de barrio. Actúa desde la horizontalidad, el feminismo, el apoyo mutuo, la acción directa y la formación para dar apoyo a diferentes personas con problemas derivados de sus trabajos.

Para contactar con el grupo o participar en él:

grupoadelacarabanchel@gmail.com y en el teléfono 644.26.23.90

+ info: www.asambleadecarabanchel.org