Lo hace junto ADELA, el grupo de Autodefensa Laboral de Carabanchel al que Leandro acudió por sufrir graves vulneraciones de sus derechos laborales. Ahora es activista del grupo y se enfrenta a su empresa de paquetería, con fecha de juicio el próximo martes 11 de octubre.
Leandro tiene una historia como la de muchas personas porque la explotación laboral y la falta de respeto por los derechos de la clase trabajadora, se han convertido en un clásico por parte de las empresas. Sin embargo, Leandro marca la diferencia cuando decide movilizarse, acudir a ADELA y luchar ante su ahora antigua empresa situada en el distrito de Carabanchel.
Leandro trabajaba para una empresa de paquetería que ni sabe ni quiere hacer las cosas bien. Nunca tuvo contrato; ni alta en la Seguridad Social; su jornada era de más de 40 horas semanales; no le pagaban las horas extras; su sueldo siempre estuvo muy por debajo del Salario Mínimo Interprofesional; y tampoco recibía pagas extraordinarias.
A todo ello, vamos a sumarle que Leandro se encuentra en una situación migratoria irregular, y que los dueños de la paquetería se aprovechaban de la vulnerabilidad que esto supone. Jugaban con su miedo y utilizaban frases como “las personas sin papeles no tienen derecho a vacaciones, pero nosotros que somos buena gente te vamos a dar 15 días por año trabajado”. Todo el mundo debería saber que esto no es verdad porque significaría que todo el mundo conoce sus derechos.
Leandro fue padre y no tuvo derecho a una licencia pagada, tampoco disfrutó del tiempo que le otorga la ley por nacimiento de un hijo. Todos estos abusos por parte de los empresarios y dueños de la empresa fueron aumentando, y en ocasiones se han dado gritos, malos tratos y amenazas.
Esta situación, que no hay quien la aguante, hizo que su salud mental se deteriorara mucho. Posteriormente, le redujeron su jornada a tiempo parcial y por lo tanto su sueldo (ahí sí cumplían con la legislación vigente). En esa media jornada debía realizar todas las tareas que antes desempeñaba a tiempo completo. Se trataban de labores de oficina que además tenía que combinar con ir de ruta con el dueño de la empresa, lo que le dejaba menos tiempo para cumplir con sus tareas.
Un día sin previo aviso, le dijeron que estaba despedido. Leandro decidió informarse y denunciar a la empresa junto a ADELA. La empresa tras enterarse de la denuncia, recurrió a su abogada, la cual amenazó a Leandro con denunciarle a la policía por su situación administrativa irregular en España. Y le presionaron para que aceptase una cantidad de dinero y así no continuar con el proceso judicial.
¿Qué quiere conseguir Leandro?
El próximo 11 de octubre, Leandro se enfrenta a su empresa en juicio. Lucha por conseguir la improcedencia del despido, que cuente su cotización a la Seguridad Social, la indemnización correspondiente y el pago de sus vacaciones.
Sobre ADELA
ADELA es el grupo de la Asamblea Popular de Carabanchel que hace realidad la autodefensa laboral, actuando como sindicato de barrio. Actúa desde la horizontalidad, el feminismo, el apoyo mutuo, la acción directa y la formación para dar apoyo a diferentes personas con problemas derivados de sus trabajos.
Se reúne los segundos y cuartos miércoles de cada mes en ESLA Eko (calle Ánade, 10). Para contactar con el grupo o participar en él: grupoadelacarabanchel@gmail.com y en el teléfono 644.26.23.90
Se reúne los segundos y cuartos miércoles de cada mes en ESLA Eko (calle Ánade, 10). Para contactar con el grupo o participar en él: grupoadelacarabanchel@gmail.com y en el teléfono 644.26.23.90