¡Ni montajes policiales ni montajes mediáticos!

#Los5DeUsera #JorgeAbsolucion

El próximo 17 de septiembre juzgan a cinco personas que fueron detenidas cuando protestaban pacíficamente contra un desahucio a una familia en junio de 2014. Durante la ejecución de ese desahucio se produjeron cargas policiales. Agentes de la Policía Nacional utilizaron la fuerza contra las personas que hacían un ejercicio de resistencia no violenta, propinando puñetazos, codazos e incluso algún porrazo en la cabeza a varias de ellas, resultando varias manifestantes heridas y seis detenidas (contra una de las cuales la policía finalmente no presentó cargos). Todo ello quedó perfectamente documentado y resulta innegable pues está recogido en varios videos, algunos de los cuales se pueden encontrar fácilmente en el hashtag #JorgeSeQueda.

Pero además de aquellos sucesos, por desgracia habituales en las protestas contra los desahucios, este caso ha acarreado otras consecuencias que no deben pasar inadvertidas. Desde el momento en que terminó el desahucio, las personas detenidas fueron sometidas a otra forma de «linchamiento». Varios medios de comunicación no dudaron lo más mínimo en  «cargar» contra la dignidad, el derecho al honor y la imagen de las personas detenidas. No dudaron lo más mínimo no ya en tergiversar o matizar lo sucedido, incluso en directamente  inventar circunstancias completamente inexistentes e inauditas para criminalizar y denigrar a las personas detenidas. Vemos en la imagen una notica que habla, sin ningún empacho, de que una de las personas detenidas «trata de arrebatar la pistola a un policía». Esa afirmación no tiene nada que ver con la realidad. No se corresponde con lo que se ve en los distintos video, pero tampoco siquiera coincide con la versión policial que podemos observar en los autos judiciales de la acusación. 

Durante el desahucio en Usera, a uno de los policías que participó en el operativo le pareció muy divertida la situación

Este tratamiento no es casual. Responde a un marcado interés por mostrar a las personas que tratan pacíficamente de evitar desahucios como si fueran violentas y peligrosas, personas que quieren usar armas de fuego.  Trata de centrar la noticia no en el desahucio de una familia con menores de edad a cargo por parte de una entidad rescatada con miles de millones de euros de dinero público, ni de las distintas administraciones que no ofrecen una alternativa habitacional y se desentienden de sus responsabilidades más básicas. No es esa la idea que quieren transmitir a sus centenares de miles de lectores. Lo que hacen es difamar, inventar majaderías sensacionalistas para generar un relato distinto e inducir que el conjunto de la sociedad no empatice con las personas que tratan de evitar desahucios. Juegan el papel, y no creemos que sea de manera inconsciente, de aislar socialmente y marginar al movimiento a favor del derecho a la vivienda. Tratan de desvincularlos se su entorno. Inventan esas mentiras para que quienes tratan de evitar desahucios sean vistos por el conjunto de la sociedad y también por su entorno como criminales peligrosos con los que hay que tener cuidado y a los que hay que castigar. Que la gente los odie y tema y no se identifique con ellos y ellas sino con quien les reprime.

Por desgracia, en la práctica los medios de comunicación pueden hacer eso con absoluta impunidad. Saben que no van a pagar ningún precio por atentar contra la verdad y el derecho al honor y la imagen de las personas. Se posicionan según los intereses de quien puede financiarles, responden a un determinado sesgo e intereses políticos, sociales y económicos. Por eso necesitamos medios independientes, que no dependan de grandes corporaciones y donde los periodistas puedan escribir con más libertad y en conciencia. Necesitamos medios que hablen de las inquietudes, problemas y realidades de la mayoría de la sociedad.

Nota de un periódico sobre el desahucio de Usera en la que se deforma por completo lo sucedido ese día