Este miércoles 22 asistimos al intento de paralización del desahucio de nuestra vecina María Elvira, una madre soltera de Carabanchel que sobrevive junto con su hijo de dos años gracias a la renta mínima y a un piso recuperado del Banco Santander.
En las semanas anteriores la asamblea de vivienda trató de negociar un alquiler social u otra alternativa con los responsables del Banco Santander, que se negaron a recibirles y a cualquier intento de llegar a un acuerdo que supusiera los mínimos perjuicios para ambas partes.
Ante esta negativa, se decidió parar el desahucio en la puerta, un gran número de vecinas se acercaron a mostrar su apoyo a María Elvira y su rechazo a los métodos inhumanos del Banco Santander, demostrando, una vez más, que Carabanchel está unido sin fisuras ante la especulación bancaria que pone los beneficios por encima del bienestar y la vida de nuestras vecinas.
Sin embargo, ante la sorpresa de todas las personas que se habían congregado en la puerta de María Elvira, ni la comisión judicial, ni ningún representante del Banco Santander aparecieron a la hora que el auto judicial especificaba que se produciría el desahucio.
Tras el estupor inicial, la afectada contactó con el juzgado que certificó que no habían recibido ningún tipo de comunicación sobre la paralización del desahucio, así que a día de hoy seguimos a la espera de que alguien decida comunicarle a María Elvira en qué situación se encuentra.