Por una vez una denuncia contra la violencia policial llega a juicio

El pasado lunes 9 de enero estábamos convocados a los juzgados de Plaza Castilla. En esta ocasión no acudíamos como acusados sino a solidarizarnos con unas compañeras de PAH Vallecas. Estas compañeras habían demandado a varios agentes de Policía Nacional por lesiones.

Los hechos se remontan a el desahucio de  Masiel y su hija de apenas 18 meses, que fue ejecutado el 14 de enero de 2016. La violencia empleada por la policía para realizar le desalojo causó  heridas a numerosas personas que habían acudido, de forma pacífica, a tratar de impedir el desahucio. Esa mañana, dos compañeras quedaron inconscientes fruto de la actuación policial y tuvieron que ser trasladadas al hospital en ambulancia para ser atendidas.

Tras esto, tres compañeras se atrevieron a denunciar las agresiones y lesiones sufridas. En concreto a la compañera Rocío, la acción policial la dejó lesiones en la muñeca, la rodilla y la espalda. Tiene parte de lesiones médico y ha estado necesitando medicación y rehabilitación.


Como tantas veces, lo que nos encontramos acompañando a esta violencia policial tan evidente son montajes policiales destinados a reprimir a quien se solidariza y a criminalizar la defensa de los  derechos fundamentales como el derecho a la vivienda. Recordemos que ese día, a causa de su participación en la acción pacífica de intentar evitar ese desahucio, varios compañeros fueron multados, un compañero ha sido acusado de agredir a la policía y vandalizar un coche patrulla y le pide la fiscalía un año de cárcel Y todo esto es inaudito ya que no tiene nada que ver con lo sucedido realmente aquel día.

Así pues el pasado día 9 de enero asistíamos a la vista oral de la denuncia contra la policía por las lesiones que infringieron a tres compañeras. Vistas las declaraciones y los partes de lesiones la jueza decidió que no se trataba de un caso de faltas sino que tendrá que ser llevado por lo penal. Los policías se sentarán en el banquillo por sus acciones. La noticia fue recibida con gritos de «Sí se puede» entre las numerosas personas que acudimos al juzgado a solidarizarnos con las compañeras. Esperamos que sea un paso hacia delante más para acabar con la impunidad policial y con los montajes. Esperamos que la policía entienda que no puede seguir siendo un arma en manos de bancos y fondos buitres como en este caso para dejar a familias en la calle y se organicen para hacer objeción de conciencia a los desahucios. Eso sería un paso importante para conseguir el objetivo de que ninguna persona esté sin una vivienda digna.

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