El pasado 7 de junio nos enfrentamos al primer caso en el que teníamos que ir más allá de aconsejar a una trabajadora que acudiese a la asamblea. En este caso estábamos citadas para una conciliación en los juzgados de lo laboral con una ETT llamada GiGroup que se niega a pagar el finiquito a una compañera. Al ser despedida y acudir a firmar el finiquito la empresa advirtió de que este no se cobraría hasta la fecha correspondiente a la nómina de ese mes, es decir, un mes después. Recordemos que al finalizar la relación laboral con una empresa todas las deudas de esta con la trabajadora deben quedar saldadas, pues la relación laboral se extingue.
Más grave aún, en este caso la empresa pretendía que la compañera firmase un documento en el que no se indicaba la cantidad a recibir como finiquito. Viendo tal desfachatez nuestra compañera decidió no firmar e iniciar un procedimiento judicial para reclamar esta cantidad y el reconocimiento de su contrato como fraudulento al no existir razón de temporalidad alguna.
Así, ante la sorpresa de las funcionarias de los juzgados y nuestro enfado, la empresa no acudió a la conciliación, demostrando así que su interés en saldar su deuda era nulo. En este caso, nuestra compañera no acudió acompañada de un “hombre bueno”, como recomendaba la cédula de citación, sino por varias compañeras dispuestas a hacer de la solidaridad y el apoyo mutuo nuestra arma más eficaz contra el capitalismo y su explotación.
A día de hoy, la empresa solo ha pagado una parte de lo que adeuda, por lo que la lucha continúa hasta que paguen el último céntimo. Puedes apoyarnos en redes sociales usando el hashtag #GiGroupPagaYa
