ADLA, el grupo de Autodefensa Laboral de la Asamblea Popular de Carabanchel ha tenido su primer caso, que trató de solventarse mediante asesoramiento y acción directa.
El sector del Trabajo Doméstico es de por sí es uno de los más precarios que existen. No hay ningún convenio colectivo que lo regule, lo que hace que los derechos de las personas que trabajan en él sean muy limitados y ambiguos.
Se trata de un trabajo muy individualizado, sobre todo si se realiza en los hogares, donde es más difícil tener compañeras con las que poder organizarse.
Nuestra compañera acudió a ADLA en busca de asesoramiento que encontró en el grupo y en el apoyo de la asesoría de ATRAKA (Asamblea de Trabajadores de Carabanchel). La presión por parte de su jefa y otras dolencias físicas le obligó a acogerse a su baja voluntaria, es decir, se marchó. Por ello desde ADLA queremos aportar algunas pautas y consejos ante situaciones similares:
– Si tienes problemas en tu trabajo, haz como nuestra compañera: infórmate, organízate e intenta luchar. Acudir a ADLA puede ser una de las maneras. También puedes hacerlo a través de la representación sindical que haya en tu empresa o de otros colectivos sociales autorganizados.
– Antes de decidir acogerte a una baja voluntaria, fuerza el despido. Tendrás derecho a la prestación por desempleo (excepto en este caso de trabajo doméstico) y con la primera opción, a nada, tan sólo tu liquidación.
– Si te marchas o te despiden, no firmes nada sin antes revisarlo o poder asesorarte. Una vez firmado es más complicado hacer reclamaciones.